Mi pensamiento...



“Carretes" juveniles… ¿diversión o algo más?


Esta práctica juvenil algunos lo ven como algo positivo, mientras otros opinan lo contrario, pero realmente… ¿quién está en lo correcto?
El carrete es un momento para evadir la rutina. Los estudiantes cada fin de semana se juntan en los pubs y discoteques para olvidar las obligaciones y las reglas que le impone el sistema educacional, aunque eso se ha roto un poco, pues hoy incluso se carretea los jueves. Por una parte, es normal que después de horas y horas de estudio se quiera hacer algo diferente. Es más, especialistas advierten que para estudiar mejor deben existir momentos intermedios en el estudio donde se de cabida a la recreación.
Pero el problema es que el carrete de fin de semana ha dejado de ser una diversión “sana”, ya que la mayoría de los jóvenes para hacerlo necesitan beber alcohol, fumar cigarrillos y marihuana, sin embargo ¿se puede carretear sin la presencia del alcohol?
Muchos dirán que no, pero ¿por qué necesitamos el alcohol para divertirnos?, ¿acaso dependemos de aquella droga lícita para pasar un momento agradable? y si beber hace daño ¿Por qué se consume?
Más que nada algunos jóvenes de hoy creen que como en la publicidad aparece gente consumiendo alcohol o fumando en fiestas se pasará mejor pero no se dan cuenta que lo único que están haciendo es demostrando la inmadurez que tienen al no poder separar lo bueno de lo mala. Otros piensan que así olvidarán todos los problemas y solo pensarán en lo bien que la están pasando, pero no se dan cuenta que las dificultades no pasarán solo desaparecerán por un momento hasta cuando termine la fiesta y vuelvan a estar lúcidos.

Tantas son las campañas que se realizan en prevención de las drogas y alcohol en las fiestas ¿los jóvenes las tomamos en cuenta?...solo queda reflexionar.

¿Qué es el “carrete”?


Los “carretes” son el nombre que usualmente los jóvenes les dan a las fiestas. Muchas veces se divierten de forma sana como bailando al ritmo de la música pero esta a veces puede convertirse en una desenfrenada celebración teniendo causas tan terribles como la muerte de jóvenes.
Quizás durante la adolescencia no vemos el peligro que existe cuando salimos a divertirnos y es por eso que creemos que nada nos puede hacer daño o no tomamos en cuenta todas las advertencias que nos dan nuestros padres antes de que salgamos, como por ejemplo cuando nos dicen que no aceptemos un “trago” de un extraño.
El “carrete” es un espacio de encuentro, de entretención legítimo, que todos hemos vivido y disfrutado. Cuando las diversas instituciones como Conace u otras trabajan en prevención de los excesos en las fiestas no es que quieran censurar a la juventud, simplemente pretenden que se cuiden y que disfruten de su tiempo libre sin consecuencias graves que inciden en accidentes de tránsito, violencia y secuelas físicas y sicológicas producto del consumo de drogas y el abuso del alcohol.
Inevitablemente los adolescentes quieren salir a divertirse y es sano que lo hagan, pero es necesario que sus padres sepan dónde están, con quiénes y que establezcan normas respecto de los horarios y el comportamiento que deben tener frente al consumo de alcohol, tabaco y drogas en las fiestas.Es en la familia donde primero se debe prevenir problemas de esta índole, estableciendo límites claros a los más jóvenes y acompañando su natural búsqueda de entretención y nuevas experiencias.
Hablar sobre estos temas es necesario, pero para muchos padres resulta complejo porque implica conflicto.
La idea es disfrutar de los días libres y prevenir a tiempo para que un "carrete" no se transforme en tragedia.